Entrevista a Elena Álvarez Gregorio. Enfermera. H.U. de Fuenlabrada
Elena Álvarez Gregorio, es Enfermera de Medicina Interna del Hospital Universitario de Fuenlabrada de Madrid, ejerce su profesión desde hace más de 20 años, hasta hace un año trabajaba en la Unidad de Neonatos, enfrentándose a nuevos retos profesionales cada día.
La Entrevista se realiza el pasado 14 de Junio de 2020, en un Directo en Instagram @vivirelduelo, realizada por Ana Rodríguez Gonzalo, Psicoterapeuta, con amplia experiencia hospitalaria, experta en procesos de duelo. Gracias Elena por tu amabilidad, sinceridad en este encuentro y disponibilidad, a pesar del cansancio.
Podéis acceder a toda la entrevista accediendo desde aqui a mi cuenta de IGTV
Si echas la vista atrás, ¿Cuál ha sido tu experiencia en la atención a pacientes con “Covid 19”?.
Tengo que hacer un esfuerzo mental, porque ha sido una situación tan arrolladora, que me cuesta dimensionarla, lo primero que me viene a la cabeza es MIEDO, ha sido tal la intensidad de los temores de las primeras semanas, que tiñe todo lo demás. Y ahora, con un poco de distancia, SATISFACCIÓN, porque han sido unas vivencias que me han llevado a lo que yo considero la esencia principal de la enfermería. Me he redescubierto a mí misma, cuando me he enfrentado ante el temor y la incertidumbre, me encontré en un punto, en el que sólo era una persona CUIDANDO de personas. Lo pienso a día de hoy, y lo evoco en forma de balanza, en un lado el miedo, en el otro la satisfacción, hoy prácticamente equilibrada.
“Me encontré en un punto en el que sólo era una persona CUIDANDO de personas”
¿Crees que el paso de estas últimas semanas está ayudando a sedimentar la experiencia?
Quiero creer que sí, pero en mi caso, hay muchos momentos, en que a medida que el entorno se va “normalizando”, yo me siento perdiendo energía, hay algo que quiere colocarse, pero aún no encuentra su sitio.
No he tenido en mi trabajo un periodo de transición, en dos días, pasamos de planta “Covid” a “Limpia” y volver a ver la cara de las otras enfermedades, que parecían haber desaparecido, y ver la ,a veces, terrible realidad de la vida, después de una experiencia tan intensa, me está produciendo una sensación de desgaste emocional muy acusado.
¿Qué recursos has puesto en marcha para poder tener un espacio de desahogo emocional?
Pues he adaptado mis recursos habituales a esta situación tan extraordinaria.
En primer lugar, mi pasión por la profesión; a mí me gusta CUIDAR, me gusta acompañar. En las horas bajas, me cuestionaba……y ¿si te dedicaras a otra cosa y si estuvieras en otro lugar…..?La respuesta siempre era la misma: estaría más “cómoda”, pero con más angustia, con más temores, prefiero estar donde estoy….vivirlo en primera línea, aunque sea más difícil.
En segundo lugar, mi familia. Volver a casa cada día, y ver como mi marido y mis hijos me recibían tranquilos, con el mismo cariño, asumiendo una situación tan extraordinaria como era no poder darnos un beso, que me encerrara en mi habitación, que sólo compartiéramos unos minutos ,de lejos ,cada día. Ellos me demostraban una confianza en mí, de la que yo dudaba todos los días, que hacía que recuperara toda la energía.
Y en tercer lugar mis convicciones religiosas, para mí son fundamentales, y en esa angustia, y con tantas horas aislada, refugiarme en la oración, en la creencia de que todo tiene un sentido el sufrimiento, la enfermedad, la parte de sacrificio que yo estaba viviendo, que no eran situaciones erráticas e irreversibles, observarlo desde mi espiritualidad, me hacía también recuperar y mantener la serenidad y la entereza.
¿Qué papel ha jugado la relación de equipo, respecto a la atención y el apoyo?
En este sentido, tengo que decir que la intensidad de la experiencia de pertenencia al equipo ha sido muy importante.
Yo llevo un año en este servicio, estaba sintiendo como iba reconociendo una nueva zona de confort profesional, cuando surgió la pandemia. Esto supuso otra vez asumir un reto profesional, porque la situación hizo que se reestructura la unidad, desde la gestión hasta el desarrollo asistencial.
Se incorporó mucha gente nueva, en muchos casos, con poca experiencia y mucho miedo, pero en las dificultades, he visto crecer a todos ellos, he visto como todos nos íbamos encajando y cada uno desde su lugar, hacía lo que podía con responsabilidad.
Además en los ratos que compartíamos ,nos preocupábamos de cómo lo estábamos llevando, compartíamos síntomas….llegando a la conclusión de que, pese a todo, íbamos a salir de esto y lo íbamos a hacer gracias al apoyo que todos nos dábamos a todos.
“La pertenencia y el apoyo del Equipo ha sido muy importante, para hacer frente a lo duro de la experiencia asistencial y al desgaste emocional, luchando entre el miedo y la satisfacción”
¿Qué impacto ha tenido en tu ámbito familiar y social?
Afortunadamente, en mi círculo más cercano no ha padecido la enfermedad, excepto por las consecuencias de ser yo enfermera.
Convivir en “aislamiento” con mis hijos ha generado mucho estrés para ellos y para mí. Percibían los cambios que se producían en nuestra rutina como una especie de amenaza, y que aunque yo trataba de minimizar, estaba ahí.
Además el miedo a llevar el virus a casa, condicionaba todos mis movimientos.
Poco a poco estamos volviendo a nuestra cotidianidad, pero a mí esta vivencia me ha cambiado a nivel profesional, pero también personal y eso va a influir en mi vida y seguramente también en mi entorno.
“El miedo a llevar el virus a casa, condicionaba todos mis movimientos, el apoyo de mi familia ha sido clave”
¿Crees que sería útil disponer de recursos adicionales, como grupos profesionales para compartir la experiencia
Yo creo que está pandemia ha dejado unas cicatrices en todos los sanitarios, que en algunos casos van a ser más dolorosas que en otros.
Me sorprende, cómo cada uno ha tenido su propia vivencia del Covid, desde el sentimiento de: nos ha pasado a todos, pero cada uno, lo vamos gestionando de distinta manera.
Por eso creo que compartir experiencias y sobre todo encauzar las vivencias que han generado esas experiencias sería muy bueno. A veces, al personal sanitario nos cuesta pedir ayuda. Nos parece que forma parte de nuestra profesión el tratar de no ser vulnerable a los sentimientos y al miedo, pero en esta pandemia, creo que esas defensas se nos han tambaleado.
Ojalá todos hayamos aprendido algo que nos sea útil para nuestra vida, sabemos que va a ser difícil olvidarlo, pero también tenemos que recordar que hemos sacado fuerza de flaqueza y hemos hecho un ejercicio de valentía y tres meses hemos sido capaces de entre todos superar una crisis que no imaginábamos.
“Esta pandemia ha dejado cicatrices en todos los sanitarios, en algunos casos mas dolorosas que en otros”. “Es necesario compartir nuestras vivencias y trasladar a la población que podemos atenderles y enfrentar sus problemas”
Quiero terminar expresando mi agradecimiento a todos los que en estos meses han caminado a mi lado, a los pacientes, a mis compañeros, a mis amigos y a mi familia, entre todos han sabido sostenerme y han sacado lo mejor de mí.